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Moniciones 25 de septiembre de 2022 – XXVI Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo C

Monición de entrada

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Buenos, días, (tardes, noches). Reunidos como hermanos, en el vigésimo sexto domingo del tiempo ordinario, nos disponemos para alimentarnos del pan de la Palabra y del pan Eucarístico. Sean todos bienvenidos.

En la liturgia de hoy, Dios nos llama a examinar nuestra actitud sobre los bienes materiales. Si el cristiano no comparte sus bienes con los necesitados, no es auténtico cristiano.

Con nuestra mirada puesta en los tesoros del Reino de los cielos, comencemos esta santa misa. De pie por favor, cantamos juntos el canto de entrada.

Moniciones a las Lecturas

Monición para todas las lecturas

Las lecturas de este domingo nos ponen en guardia frente a las riquezas, que endurecen el corazón. El lujo hace olvidar los desastres del pueblo, dice el profeta Amós. A la puerta del rico se apaga la vida del pobre Lázaro, leemos en el evangelio. Contra esa riqueza despreocupada está la regla de vida que propone el autor de la carta a Timoteo (honradez, religiosidad, fe, amor, paciencia, dulzura) y la confianza en un Dios que, según el salmo, sustenta la vida del huérfano y de la viuda. Con atención escuchemos.

Monición para cada una de las lecturas

Primera Lectura (Amós 6, 1a. 4-7)

El profeta Amós continúa hoy, como el domingo pasado, denunciando los escándalos de las élites sociales de Israel, la instalación cómoda en el lujo, la ostentación, los banquetes y la irresponsabilidad social, advirtiéndoles también del castigo por esos abusos. Escuchemos atentos.

Salmo Responsorial (Salmo 145)

Con el salmo 145 damos gracias a Dios por su justicia en favor de los más necesitados. Lo haremos diciendo:

Segunda Lectura (I Timoteo  6, 11-16)

San Pablo expone, en la segunda lectura, las virtudes que debe poseer el servidor ideal, en contraste con los vicios que denunciaba Amós en la primera lectura.

Escuchemos.

Evangelio (Lucas 16, 19-31)

Después de las tres parábolas «de la misericordia» que escuchábamos el domingo pasado, hoy nos enseña, con otra parábola, la correcta administración de los bienes materiales en nuestra vida, para que no sean obstáculo a nuestro crecimiento en la fe.

Cantemos primero el aleluya para escuchar este mensaje.

Oración de los Fieles

Dios es un Padre providente que siempre está pendiente de las necesidades de sus hijos. Con toda la fuerza de nuestra fe, oremos por las necesidades de todos los hombres. Digamos juntos:

Padre, escucha el clamor de tus hijos.

  1. Por la Iglesia, para que a cada uno de sus miembros Dios les conceda el valor de la fe y la delicadeza del amor, para no callar ante la injusticia, ni gritar por propio interés. Oremos.
  2. 2. Por los responsables de la vida política y social: para que tengan el coraje de luchar contra toda injusticia y opresión. Oremos.
  3. 3. Por los más pobres y más necesitados: para que descubran nuevos paisajes de solidaridad, personas e instituciones que acudan en su auxilio. Oremos.
  4. Por los aquí presentes: para que abramos nuestros oídos y escuchemos los gritos de quienes caminan por la vida con el sufrimiento grabado en su piel, necesitando de una mano amiga. Oremos.

Presentación de las Ofrendas

Por la acción de tu Espíritu Santo, el pan y el vino de nuestro trabajo, que llevamos hoy como ofrenda al altar, se convertirán en el cuerpo y la sangre de tu Hijo.

Ofrezcamos también al Señor nuestras ofrendas materiales, para que el Señor nos bendiga y nos libre del afán por el dinero. Cantemos.

Comunión

Dios ha querido acercarse a nosotros en la humildad de su hijo, hecho hombre, dándonos a conocer en Él su rostro. Y Jesús, el hijo de Dios, viene a nuestro encuentro en la Sagrada Eucaristía. Acerquémonos con fe y devoción a recibirle.

Final

Es el momento de retornar a nuestros hogares, de ir a ser testigos de lo que aquí hemos vivido; a compartir el pan con los demás, haciendo buen uso de los bienes que Dios nos ha dado.

Les animamos a venir también el próximo domingo, porque la presencia de los unos afianza la fe de los otros y aumenta la unión entre todos.


Fuente: Aldazábal, José, Enséñame tus caminos 10 – Los Domingos Ciclo C, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona; La Casa de la Biblia, Tú tienes palabras de vida – Lectura Creyente de los Evangelios Dominicales Ciclo C, Editorial Verbo Divino

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